Lana, una de nuestras participantes en el intercambio cultural, nos escribe desde Madrid. Esto es lo que nos cuenta sobre su experiencia hasta ahora:
El primer mes fue como la luna de miel: todo era nuevo y emocionante. Incluso algo tan sencillo como pasear por una tienda de comestibles era como visitar un museo, con todos los productos y hábitos de compra desconocidos. Sinceramente, podrías pasarte un mes entero conociendo Madrid.
La familia anfitriona era increíble y me dio una visión genuina de la vida en Madrid: la cultura, la comida, cómo se comporta la gente y el ritmo de la vida diaria. Incluso me recomendaron lugares que probablemente no habría encontrado por mi cuenta, lugares que no están en todas las redes sociales pero que merece la pena visitar.
Este programa ha sido un gran ejemplo de cómo debe funcionar el intercambio cultural. Gracias al apoyo de los coordinadores, todo el papeleo y el proceso de preparación fueron sencillos y sin estrés, así que lo único en lo que tuve que concentrarme fue en la emoción del viaje que me esperaba.
Pasaba la mayor parte de mi tiempo libre fuera, explorando. Mis actividades favoritas eran tomar café, pasear, descubrir nuevos lugares, visitar museos y exposiciones, comer en restaurantes locales, ir a eventos culturales, conocer gente y aprender más español por el camino.
Uno de los aspectos más destacados fue viajar con mi familia de acogida durante sus vacaciones. Gracias a ello, conocí partes de España que nunca se me habría ocurrido visitar por mi cuenta, y resultaron inolvidables. Practiqué surf por primera vez, aprendí a trotar a caballo y conocí a mucha gente nueva. Los padres también me dieron muchos consejos que me ayudaron a ahorrar dinero y a aprovechar al máximo mi estancia.
Su consejo a los futuros participantes:
Ten en cuenta que vives con una familia y que esto no es como un trabajo de 9 a 5 en el que puedes "fichar" sin más. Una vez que establezcas un vínculo con los niños, te resultará difícil desvincularte por completo durante tu tiempo libre. Si te quedas más de un mes, recuerda que no estás aquí sólo por el viaje y la diversión, sino también por el trabajo. Y con niños, nada sale exactamente como se planea.
Lo más importante es tener paciencia, mantener la calma y establecer tu papel con confianza. Una vez hecho esto, todo será más fácil y podrás empezar a disfrutar plenamente de las aventuras: los viajes, las amistades, los increíbles recuerdos.
Este programa también te ofrece la oportunidad única de conocerte a ti mismo en un entorno completamente nuevo. Aprendes a disfrutar de tu propia compañía y a ser más independiente, y sinceramente, esa es una de las lecciones de vida más valiosas que puedes llevarte contigo.